Con el lema «si nos das tu cosecha, otros podrán comer» la parroquia de Cala Millor ha encontrado una solución para ayudar a los más necesitados y a la vez a los olvidados campos mallorquines. Junto a la asociación Dignitat i Feina, han puesto en marcha una campaña de recogida de almendras y algarrobas que ofrece un medio a aquellos que pasan hambre.
La iniciativa consiste en ofrecer a 25 jóvenes la posibilidad de trabajar en la recogida de almendras y algarrobas en algunas fincas que estaban en desuso. De esta forma los trabajadores consiguen un sueldo y contribuyen a mejorar el estado y aspecto de los campos de Son Servera, Cala Millor, Artà, sa Coma o Porto Cristo.
«Funcionan como si fueran voluntarios ya que el dinero de las ventas se divide entre ellos y cobran en función de los kilos que han recogido», explica la coordinadora e ingeniera agrícola, Violeta Castillo. La idea original del proyecto surgió el año pasado del cura Tomeu Pastor, que según cuenta «ver el hambre de cerca cambió mi actitud. Más que dar alimento, lo que requerían estas personas era tener un trabajo para poder vivir y se me ocurrió unir a los más necesitados con el campo mallorquín para que se ayudaran mutuamente».