Los alcaldes de los catorce municipios que conforman la Mancomunitat del Pla acordaron en una reunión mantenida ayer en Costitx reformular el sistema de recogida y gestión de basuras. Tales modificaciones también afectarán al cobro de la tasa.
La presidenta del ente, Joana Maria Pascual, reconoció que el sistema de recogida que utilizado hasta la fecha (separando los residuos para que una parte se recicle y 'puerta por puerta') «no ha dado los resultados que esperábamos», en referencia a que no se han alcanzado los índices de separación previstos y que, por lo tanto, el volumen de residuos no reciclados no ha disminuido, sino que se ha mantenido e incluso ha aumentado. Ello -cabe recordar que el incremento del coste del tratamiento de basuras proviene, básicamente, de la incineración- han generado un importante déficit a la tesorería de la Mancomunidad.
Tarifas
Los alcaldes acordaron ayer que cada municipio fije, de ahora en adelante, las tarifas que los ciudadanos habrán de pagar (hasta la fecha era la Mancomunitat). En este sentido, es muy posible que la tasa aumente de precio, porque el servicio resulta deficitario.
Asimismo, se pactó separar la factura correspondiente a la recogida y al transporte de residuos de la factura correspondiente a su incineración. Con esta medida, se pretende que cada ayuntamiento pague por la incineración la parte que le atañe según el volumen de no reciclabais generado.
Pascual tampoco descartó que algunos pueblos pongan en marcha el sistema conocido como 'el de las bolsas rojas', que ya se aplica en Esporles. Este sistema prevé que los residuos no reciclables sólo puedan depositarse en unas bolsas determinados (en Esporles son rojas), por las cuales los ciudadanos tendrán que pagar (un euro, por ejemplo). Así se penaliza la producción excesiva de no reciclables.
Por otra banda, Pascual también manifestó que es posible que los ayuntamientos, dado que a partir de 2011 cobrarán ellos mismos por el servicio, puedan fraccionar el recibo en varios pagos.