El Ajuntament d'Inca adjudicó ayer a la empresa Cespa el servicio de limpieza viaria de la ciudad por un importe que ronda los 900 mil euros anuales. El nuevo contrato tendrá una duración de diez años y supondrá la privatización completa del servicio de limpieza.
La concejal de Servicios de Inca, Rosa M. Tarragó, recordó que con el nuevo contrato el Consistorio duplica el presupuesto destinado a la limpieza. «El pliego de condiciones es muy exigente: queremos que Inca esté limpia como la patena», aseguró la edil.
Entre otras novedades, el nuevo pliego de condiciones prevé que se aumente la frecuencia de paso de los barrenderos por las calles, varias campañas de sensibilización ciudadana destinadas concienciar a los ciudadanos de la necesidad de no eneusciar, chips en las papeleras para que quede constancia de la última vez que fueron vaciadas o que los operarios lleven también un chip que permita conocer dónde están.
Asimismo, Cespa se hará cargo de ahora en adelante de la limpieza de la ciudad al completo. Hasta la fecha, el Ajuntament limpiaba el centro de Inca y Cespa solo se encargaba de las calles periféricas.
Concurso
Por otra parte, un informe del secretario municipal de Inca descartó que una UTE formada por varias empresas cuya actividad principal es la construcción se presentara al concurso alegando que su objeto social no era la limpieza de calles, tal y como requieren las bases del concurso. Esta misma UTE (Unión Temporal de Empresas), sin embargo, había ganado el concurso de limpieza de calles en Pollença, de características similares al de Inca.
Pero a diferencia de esta última ciudad, el secretario de Pollença emitió un informe en el cual aprobaba que el servicio de limpieza de calles se adjudicara a la mencionada Unión Temporal de Empresas basándose en una cláusula del pliego que lo permitía.
La adjudicación del servicio de limpieza de Pollença se aprobó el pasado viernes y entrará en vigor en próximo mes de septiembre.