El colegio público Es Molins de Búger presenta importantes grietas, humedades y goteras. A tres semanas del inicio del curso escolar, el alcalde de Búger, Bartomeu Alemany, advierte de que existe un informe técnico que avisa de deficiencias estructurales en la cubierta. Teme por la seguridad de los alumnos y comienza a buscar un local alternativo de cara al próximo curso, al tiempo que reclama una inversión urgente por parte de la Conselleria d'Educació.
«La Conselleria d'Educació es consciente de la situación. En la última reunión que mantuvimos, el 25 de mayo, nos explicaron que se estaba redactando un proyecto y que mirarían de hacer la obra durante el verano, pero faltan tres semanas para que empiece el curso y no han hecho nada, es un gasto que el Ajuntament de Búger no puede asumir», dice Alemany, que recuerda que en 2008 el Ajuntament ya se hizo cargo de sufragar íntegramente el coste de la creación de un comedor escolar, que se ubicó en uno de los pasillos de la escuela y que costó 9.000 euros. La reparación cuesta 120.000 euros.