Las asociaciones GADMA, Amics de la Vall de Coanegra y Pro Camins Públics Oberts no desisten en su empeño de demostrar que el camino del Cabàs es público. Ayer reunieron a Sebastià Capó, Isidoro Mateu, Nicolau Colom y Llorenç Riera, cuatro vecinos de Bunyola y Santa Maria, para que explicaran ante los medios de comunicación su nexo de unión con el camino y demostrar así que, a pesar que la vía está vallada desde la época franquista y fue labrada, es pública.
«Los recuerdos de la gente mayor son tan importante como el papel por eso queremos que hagan una declaración jurada de sus vivencias y poder denunciar ante fiscalía la situación en la que se encuentra actualmente el camino» explica Bernat Fiol, portavoz de GADMA.
Los cuatro hombres consideran «intolerable» el estado en el que se encuentra la vía y aseguran que «nunca habían tenido ningún impedimento para pasar por el camino hasta la llegada del franquismo». «Recuerdo que los alumnos de la escuela Graduada de Bunyola hacíamos excursiones y pasábamos por el camino entre 1935 y 1939, que era muy frecuentado tanto por peatones como por carros» explica Nicolau Colom. Sebastià Capó asegura «empecé a andar por el camino y se puede decir que es como mi casa porque allí nací».