Desde muchas carreteras de las Isla se divisan las construcciones que rompen la estética montañosa de los montes de Mallorca. Casas y chalets invaden, desde los inicios del boom de la construcción, tanto las montañas como las zonas costeras.
Uno de los casos de este urbanismo extremo, junto a las construcciones de Calvià, Andratx o costa del Llevant, es la zona de Pollença. Las urbanizaciones de Gotmar y el Vilà son fácilmente visibles desde cualquier punto del Port de Pollença. Y el impacto de los chalets de Cala Carbó o la reciente construcción de pisos en Cala Sant Vicenç son otros ejemplos. Aunque el decreto de medidas cautelares aprobado por el Govern en febrero de 2008 y la última normativa urbanística local, vigente desde el mismo año, han comenzado a poner freno a la construcción, aún pueden verse algunas obras correspondientes a licencias de obra anteriores a la entrada en vigor de dichas normativas.