Vecinos del Port y de Camp de Mar han reiterado sus protestas ante el Ajuntament d'Andratx en las últimas semanas por la gran cantidad de residuos sólidos acumulados junto a los contenedores de basura y los olores que producen las descomposiciones.
«El Consistorio hace oídos sordos a nuestras demandas, los estercoleros siguen vigentes y nos sentimos abandonados», señala un residente.
Concienciación
El concejal de Medi Ambient, Biel Puigserver, reconoció ayer a este diario que «existe aún en nuestro municipio un importante problema de disciplina y concienciación en cuanto al depósito de residuos donde evidentemente no toca», y que junto al esfuerzo por corregir la situación «tanto el Ajuntament como las empresas concesionarias hacen lo posible para paliar la situación».
Las quejas ciudadanas referidas a entornos como el de la plaza de la Iglesia del Port d'Andratx, se han convertido en un clásico durante los últimos años, y notablemente en los meses estivales.
Coordinación
Y ello a pesar de que el municipio de Andratx cuenta con sendas concesiones a empresas privadas -una para los residuos orgánicos y otra para los singulares-, así como con una brigada propia para recoger casa por casa enseres, dos días a la semana y previa llamada telefónica.
Según Puigserver, «debe admitirse, por sentido común, que junto a la falta de una mínima conciencia cívica de quienes depositan los residuos en lugar indebido, los responsables de la municipalidad hemos de resolver cierta falta de coordinación del trabajo que pueden desarrollar dos empresas contratadas y un equipo municipal, y que debería de ser más eficaz para reducir esos estercoleros tan poco espontáneos».