Después de permanecer diez días solo al frente del Ajuntament sin contar con el apoyo de los cuatro regidores dimisionarios de su equipo de gobierno, Jaume Coll (Lloritans Independents) presentó ayer su renuncia como alcalde a pesar de que seguirá con su acta de regidor en el Consistorio.
Aunque a media mañana, Coll «todavía no tenía claro» lo que haría ya que «depende de un compañero», antes del mediodía anunció su dimisión como primera vara, justo un año después de su investidura a partir del pacto de gobernabilidad entre Lloritans Independents y Unió Mallorquina.
En su escrito, alegó que «ahora que yo he sido alcalde, la actitud de algunos miembros de la corporación con relación al crecimiento previsto en el nuevo planeamiento urbanístico ha hecho que sea imposible que continúe al frente del Ajuntament». De esta manera, Coll dejó claro que la polémica surgida a raíz del proyecto urbanístico, que ha separado al pueblo entre detractores y seguidores, también ha causado «diferencias» en el equipo de gobierno.
Pacto complicado
«El pacto con Unió Mallorquina prácticamente nunca funcionó. Cuando Arnau (Mateu) fue alcalde, la falta de entendimiento ya era evidente», reconoció el líder de la agrupación de Lloritans Independents. Además, Coll aseguró que «he luchado hasta que he podido, siempre por lo que he creído que era el bien del pueblo y siendo fiel a mis ideas». Asimismo, instó a que «ahora sean otros quienes continúen la lucha y reclamen lo que crean justo para el pueblo».
El dimisionario también agradeció «a todos los que me han apoyado, sobre todo en los momentos de dificultad». «Todavía no sé qué haré a partir de ahora, pero quiero seguir como regidor en el Ajuntament», aseveró.
En un pleno extraordinario, se prevé que hoy Jaume Coll dé cuenta de su renuncia a la corporación municipal. Así las cosas, los partidos políticos de Lloret de Vistalegre disponen ahora de diez días para establecer posibles pactos y convocar una nueva sesión plenaria, en la cual se debería votar el nuevo primer edil. Mientras tanto, el Ajuntament de la localidad queda por unos días sin concejales con funciones ejecutivas tras la reciente dimisión del alcalde de la localidad, Jaume Coll.
Partido Popular
El futuro del Consistorio depende ahora de los futuros pactos entre las formaciones políticas. Sin embargo, el PP, la fuerza más votada en las pasadas elecciones, celebró el martes una reunión en la que se acordó no firmar ningún pacto con los otros partidos en vistas de acabar la legislatura.
«Si gobernamos, sólo buscaremos acuerdos puntuales con otros regidores, pero no pactos», señaló el regidor 'popular', Antoni Bennàssar. El Ajuntament se compone de nueve regidores en total: cuatro del PP, dos de Unió Mallorquina y tres de Lloritans Independents.