Crisis absoluta en el equipo de gobierno municipal del Ajuntament de Lloret de Vistalegre, formado por el pacto entre las fuerzas políticas Lloritans Independents y Unió Mallorquina.
Ayer mismo, los cuatro regidores que conforman el gobierno, Miquel Ramis y Antoni Aguiló, de Lloritans Independents, y Arnau Mateu y Joan Picornell, de UM, presentaron su dimisión de todas «las funciones de forma irreversible». Este hecho supone que el alcalde, Jaume Coll (Lloritans Independents), queda solo al frente del Consistorio.
Según el documento de dimisión, los políticos alegan que «las causas son debidas a la incapacidad del alcalde de desarrollar su cargo, además del poco espíritu democrático y poco talante dialogante que ha demostrado durante su mandato». Además, los regidores subrayaron «la nula capacidad de coordinación, gestión, sentido de la responsabilidad y dirección del equipo de gobierno y del Ajuntament, cosa que repercute con una carencia de nuestra confianza».
La salida de los ediles del gobierno municipal coincide un día después de que el alcalde cesara el regidor Arnau Mateu (UM), aunque este aseveró que fue él mismo quien presentó su renuncia y firma también la dimisión en bloque. Además, el edil Antoni Aguiló reafirmó que se trata «de una decisión pensada desde hace tiempo, ya que el proyecto no es viable». Por su parte, Arnau Mateu aclaró que «me sabe mal todo lo que está pasando porque para mí primero son las personas que los políticos», sentenció. Así las cosas, el primer edil de Lloret, Jaume Coll, se mostró «muy sorprendido» por la renuncia de sus compañeros políticos. «No me esperaba nada. La situación es muy complicada y me quiero dar 24 horas para decidir qué puedo hacer: o bien dimitir o bien buscar el apoyo de vecinos para que puedan colaborar en las áreas».
El portavoz del Partido Popular en la oposición, Joan Jaume, calificó la situación de «espectáculo vergonzoso». Ante la posibilidad de un pacto con el alcalde, Jaume prefirió no pronunciarse y «esperar» a los hechos.
Polémica
Uno de los puntos de desencuentro se encuentra en la redacción de las Normas Subsidiarias. De hecho, el alcalde cesó a Mateu, al frente de Urbanismo, por «la alarma social» producida. «Todo esto se lo han inventado y he sido yo quien ha dimitido del cargo», aseguró el edil.