El equipo de gobierno municipal que comanda el alcalde de Calvià, Carlos Delgado (PP), se negó ayer a apoyar una moción presentada por el PSOE encaminada a recortar el gasto público en dos millones cada año.
Éste fue el punto 'estrella' del pleno ordinario celebrado ayer en el Ajuntament de Calvià. Y no sólo por la negativa de Delgado a apretarse el cinturón, sino también porque, en un alarde de desprecio por el diálogo, ni se molestó a debatir la moción socialista, ni a justificar su oposición a la propuesta.
La moción presentada por el hasta ayer portavoz del grupo municipal del PSOE en el Consistorio calvianer , Antoni Manchado (a partir de ahora llevará la voz cantante el edil Paco Cano), buscaba conseguir la puesta en práctica de medidas de contención del gasto público y reducción de la deuda. Según Manchado, su propuesta de recortes rehuía buscar enfrentamientos políticos y su abortada aplicación no contemplaba en ningún caso que los ciudadanos vieran mermada la calidad de los servicios dispensados por la administración local. El mencionado plan de recorte de gasto preveía, entre otras cosas, la supresión de los contratos de la Unidad de Servicios de Mediterrània y Alcari, relativos a la contratación de dinamizadores culturales.
También apostaba por la supresión de la Oficina Calvià por el Clima, de los gastos del capítulo 2 del área de Habitatge, así como la de la partida de Asistencia Técnica y del 50 por ciento de Publicidad y propaganda del área de Seguretat.
La medidas también pretendían la reducción del resto del capítulo 2 del área de Participación ciudadana en un 50 por ciento, disminución en otro 50 por ciento de los gastos de comunicación y relaciones institucionales del equipo de gobierno, reducción de la partida de gratificaciones al personal, y reducción del 50 por ciento de las asesoría ligadas al área de Urbanismo.