La colaboración entre diferentes instituciones ha servido para conocer y regular la explotación de la cigarra de mar (Scyllarides latus), aun cuando según señalan los técnicos «de cada 100 cigarras que hay en los restaurantes setenta llegan de forma ilegal».
Los furtivos continúan siendo la principal amenaza para este crustáceo que tiene un gran valor comercial con precios de entorno a 50 euros el kilogramo y que hoy por hoy ya no cuenta con pescadores profesionales y con aparejos específicos para este tipo de pesca, hecho que provoca que la mayoría de sus capturas sean ilegales, principalmente por parte de submarinistas.
Estudio
Durante cuatro años en Cabrera se ha realizado un estudio entre el Servei de recursos marins del Govern, el Centro oceanográfico de Balears, y el Parque nacional de Cabrera. Con esta colaboración se han realizado censos, se han pesado y midado los ejemplares y se ha conseguido averiguar las zonas dónde se mueven, un máximo de 50 a 100 metros, y se ha averiguado los periodos de apareamiento. Un estudio que ha supuesto regular la explotación, por primera vez en todo el Estado, y establecer períodos de veda y fijar un talla mínima para su captura.
Al acto además de los técnicos asistieron la directora general de Pesca del Govern, Patricia Arbona y la consellera de Medi Ambient del Consell, Marilena Tugores, quienes ya trabajan para realizar la transferencia de las competencias lo más rápido posible.