El histórico problema de falta de suministro eléctrico que padece desde hace años el municipio de Capdepera, está a punto de llegar a su fin. La nueva subestación del polígono solventará este eterno problema de energía. Las obras de construcción de la nueva instalación ya han terminado y sólo quedan pendientes la colocación del transformador y la instalación de las diferentes torres eléctricas.
La nueva edificación eléctrica conectará con la subestación de Son Moll y servirá para aumentar la potencia eléctrica en las localidades de Capdepera y Cala Rajada. Las obras empezaron en el mes de junio de 2009 después de años de lucha, de negociaciones con la compañía Gas y Electricidad S.A. (Gesa) y de diferentes pleitos. Fue el actual equipo de gobierno el que tomó una polémica decisión que sirvió para desbloquear la situación.
El problema radicaba en que las Normas Subsidiarias de la localidad prevén el soterramiento de las lÍneas eléctricas. Gesa no quería asumir este sobrecoste que ascendía a los tres millones de euros. Fueron pasando los años y buscando soluciones, pero nadie quería ceder. Tras siete años de lucha se tiró la toalla y se acordó que las líneas serían aéreas. Una decisión que generó mucha polémica. Fue en febrero de 2008 cuando el equipo de gobierno hizo públicamente este anuncio, que topó con algunas críticas de la oposición. Empezaron a ponerse en marcha todos los trámites necesarios para otorgar los permisos de obra pertinentes para la construcción de la nueva subestación eléctrica.
El regidor de Urbanismo, Bartomeu Alzina (PSOE) explicó ayer a este periódico que «la verdad es que fue una decisión polémica, pero contribuyó a desbloquear el tema ya que los principales perjudicados sin ninguna duda son los vecinos. La nueva subestación debe poner fin a los problemas de falta de suministro. En unos meses esperemos que todo este listo». En estos momentos, se está arreglando el camino de entrada a la subestación para poder pasar el transformador y así evitar complicaciones derivadas de las dimensiones y peso del aparato.
Una vez esté el transformador, el paso siguiente es la obra eléctrica. Se colocarán las torres y se terminará de pasar la línea soterrada hacia Son Moll. Las líneas eléctricas que unirán la estación principal de Bellpuig con la del polígono serán aéreas.
Alzina recordó que «hace dos años Gesa reforzó las líneas y no hay tantos problemas de suministro». También añadió que desde hace años no se dan contadores de obras. «Se han puesto en marcha la adjudicación de las viviendas protegidas que estaba paralizado debido a que no se tenía contador y en el mes de mayo o junio se podrán otorgar por lo que esperemos que el problema esté solucionado y Gesa empiece a dar cuanto antes nuevos contadores».