La 'tomàtiga de ramellet' mallorquina podría disponer en breve de una marca de calidad que la protegiera y la distinguiera del resto de variedades. En general, los productores que ayer asistieron a la jornada 'Presente y futuro del tomate de ramillete' organizada por la Conselleria d'Agricultura, se mostraron favorables a la propuesta, aunque surgieron diferencias respeto a que variedades concretas deberían incluirse dentro de la marca de calidad.
De todas formas, hay que remarcar que el objetivo de la jornada se limitaba a dar a conocer a productores y comerciantes de 'tomàtiga de ramellet' los resultados de diversos estudios científicos y debatir cual es la manera más eficaz para protegerla. Dicho de otro modo, la Conselleria pretendía saber si productores y comerciantes están de acuerdo y desean que la administración inicie los trámites para solicitar marca de calidad, que luego podría derivar en una Indicación Geográfica (IGP) o en una denominación de origen, por ejemplo.
En la jornada se presentaron estudios de carácter científico elaborados por la Universitat y por técnicos de la Conselleria sobre la caracterización genética, física, química y sensorial del tomate de ramillete mallorquín y sobre experiencias de cultivo. Los informes determinaron que «hay base científica que justifican la creación de una marca de calidad dicha especie. También se presentaron las conclusiones de otros estudios de carácter comercial sobre el precio y el consumidor.
Pese a que los asistentes coincidieron en la necesidad de crear una marca de calidad, las discrepancias surgieron cuando se abordó que variedades debería incluir. Es decir, si solo tiene que proteger a las variedades tradicionales y antiguas o si también tiene que incluir variedades híbridas (mezcladas con otras de fuera de la isla) que se han creado recientemente y que permiten producir más y por lo tanto ofrecer un precio más asequible. En este sentido, cabe decir que productores de la UIB han conseguido registrar hasta 195 subvariedades de tomate de ramillete.
El debate sobre cuál es la 'tomàtiga de ramellet tradicional' fue más allá. Contra lo que podría pensar la mayoría de mallorquines, el tomate no llegó a Mallorca hasta el siglo XVI, y en un principio solo se utilizaba como planta ornamental. De hecho, no fue hasta hace solo 200 años que los mallorquines comenzaron a consumir regularmente tomate, informó Miquel Frau, técnico de la Conselleria.
Frau también alertó sobre el peligro que podría derivarse de alargar el debate sobre la caracterización del tomate de ramillete que se quiere proteger, puesto que «mientras aquí lo discutimos podría definirse como producto genérico» y entonces ya no podría protegerse bajo una indicación geográfica protegida.
En Europa hay tres variedades de tomate protegidas actualmente. Dos son en Italia: una bajo una denominación de origen y otra bajo una indicación geográfica. El otro es una indicación geográfica de un tomate que se cultiva en Alemania.