Los comentarios de visitantes y feriantes ayer en Marratxí eran obvios: «El mal tiempo podría haber esperado un par de días más». Pese a todo, la gente respondió y, por la mañana, Sant Marçal se llenó de personas ansiosas de contemplar animales, cerámicas, coches antiguos, talleres artesanales y todo un sin fin de oferta que la XIV edición de la Fira de Tardor desplegaba antes las miradas curiosas. El tiempo dio una tregua y se pudieron celebrar talleres diversos y exposición de animales. Los representantes municipales, con el alcalde al frente, pudieron realizar la visita de rigor con la Banda Municipal.
Al final de la mañana, ya con grave amenaza de lluvia, tuvo lugar la concentración de gegants y de xeremiers que, como es habitual, danzaron para deleite de los presentes ante la fachada de la parroquial de Sant Marçal.
No había pasado lo mismo el sábado por la tarde, cuando el mal tiempo, la lluvia, el frio y, especialmente, el fuerte viento, aconsejaron que la organización suspendiera los diversos actos previstos. El único acto que se mantuvo fue la II Trobada de Xeremiers de Marratxí, que realizaron un acto de homenaje a los antiguos sonadors del municipio en el local cultural del cine de Pòrtol. La velada, organizada por l'Associació de Xeremiers de Marratxí fue presentada por Francesc Vallcaneras, estudioso de la cultura popular, y contó con numerosa asistencia, destacando los descendientes de los antiguos sonadors.