Si os decimos que Vilafranca tiene ocho millones de habitantes, que el pueblo tiene elementos que forman parte del Patrimonio de la humanidad, que tiene un aeropuerto, y un puerto, una amplía gastronomía y que sus habitantes hablan más de cinco idiomas, creeríais que es una barbaridad. Pero la realidad es ésta, en Europa hay 8 millones de vilafranquers, repartidos en más de 50 pueblos y ciudades que llevan por nombre Vilafranca; Villafranca; Fribourg o Villefranche entre otros.
Estos días los vilafranquers europeos pasean por la isla de la mano de sus anfitriones los vilafranquers nuestros de toda la vida, los de Bonany, los del Pla, los de los melones, los de l'amo en Pep de Son Bats, los de Tomeu Penya.
Ville de Fribourg; Villafranca da Xira; Villefranche sur Mer; Freiburg im Breisgau; Villafranca Piemonte; Villafranca (Navarra); Villafranca del Bierzo; Vilafranca de Conflent; y así hasta un total de 53 villas francas forman parte de la Asociación de Villafrancas de Europa que engloba municipios de todas las partes del viejo continente con el mismo denominador común, villas francas, pueblos exentos de impuestos. La Asociación, tiene sus propios estatutos y cada socio paga una cuota anual en función de sus habitantes. Su presidente es de Villafranca da Xira (Portugal) y el presidente de la Asamblea es de Vilafranca de Bonany.
La Villefranche le Chateau con 24 habitantes en Francia o Villafranca da Xira en Lisboa con 133.224 habitantes son los dos extremos de población. Después tenemos otros pueblos con encanto como Vilafranca de Conflent en la Catalunya Norte, que tiene elementos declarados Patrimonio de la humanidad por la UNESCO. La Villafranca en las Azores o la Villafranca in Lunigiana, donde vivió uno de los seis personajes de la Divina Comedia. O los friburgos alemanes, austríacos o suizos, que conforman el amplio abanico de villas que recibieron algún tipo de fuero o derecho especial.