La Conselleria d'Agricultura del Govern Balear ha puesto en marcha un plan de acción en el Llevant para salvar los almendros de la plaga de hongos de madera que este verano ha provocado graves pérdidas en el campo y que se ha propagado sobre todo en la zona de Son Carrió extendiéndose a los términos municipales de Manacor y Son Servera. Son en total unas 500 hectáreas afectadas que tienen plantados entre 40.000 y 45.000 árboles.
Ayer técnicos de la Conselleria de Agricultura visitaron algunas de las fincas afectadas para definir la linea de actuación a seguir para conseguir erradicar esta plaga. Así se trata de definir cuales son las zonas recuperables ya que si el árbol está muerto sólo se puede retirar. Los técnicos ayer tomaban nota y una vez hecha la inspección, a finales de semana, se empezarán a aplicar los tratamientos fitosanitarios.
Los propietarios de las fincas afectadas, la mayoría está en Son Carrió, han firmado un documento dónde se da permiso al Govern balear para que una empresa de tratamientos fitosanitarios entre en estas fincas a investigar y detectar cómo ha afectado el hongo.
Según explicó ayer a este diario, un técnico de la Conselleria de Agricultura, el tratamiento es diferente dependiendo del mal ocasionado. En el caso de que sea una zona recuperable se hace un tratamiento de la caída de la hoja con oxicloruro de cobre. Posteriormente el tratamiento de la caída de pétalos se hace con otro sistema. También se debe repetir en los periodos lluviosos.
Cuando se trata de una zona irrecuperable se lleva a cabo la retirada de árboles muertos.
Los técnicos aseguran que la lucha contra este hongo debe ser preventiva. Con respecto a las podas se debe hacer a final del invierno y con tiempos secos. Se deben hacer cortes limpios, rectos y evitar los cortes gruesos. También se aconseja aplicar protector y desinfectar herramientas.
Los técnicos seguirán con las investigaciones de este hongo sobre el que hay una escasa información ya que sólo se ha encontrado en viñas y en algunos árboles tropicales.