El Ajuntament d'Inca celebró el lunes el primer Consell Municipal d'Urbanisme i Medi Ambient durante el que representantes de todos los partidos políticos, comerciantes y vecinos de la zona, además de técnicos, discutieron sobre la remodelación de la plaza Espanya. Todos ellos mostraron su acuerdo con la remodelación de la plaza, aunque manifestaron reticencias con el actual proyecto que contempla una reforma total.
El portavoz del Bloc, Antoni Rodríguez, recordó que «el consejo se ha creado a instancias de nuestro grupo para crear unas directrices a seguir en todas las obras». Con respecto a la reforma de la plaza Espanya, Rodríguez manifestó que «queremos una reforma pero no vemos bien que se quiera tirar abajo todo y empezar de cero».
El proyecto de reforma contempla adoquinar la plaza, colocar unas luces a ras de suelo y dos grandes farolas en los lados. Además, se pretende eliminar los árboles de delante del Ajuntament y quitar el palco, que se sustituirá por una fuente con surtidores de agua a nivel del suelo.
La construcción de la fuente fue uno de los puntos que tuvo más debate durante la reunión. Rodríguez puso encima de la mesa una serie de peligros que comporta la nueva instalación «ya que los niños y ancianos pueden resbalar con el agua del suelo».
Por su parte el portavoz del PSOE, Xavier Ramis, dijo que «no es el lugar más oportuno para colocar una fuente de estas características porque no existe el espacio suficiente», y pidió que «se elimine del proyecto».
De su lado los comerciantes pidieron a los políticos que «se informe a todos los afectados del inicio de las obras para poder preparar la temporada».
En este aspecto, la regidora Rosa Tarragó, también presente en el consejo, informó que «la reforma no se empezará hasta que acaben las obras del centro». Por esta razón se ha pedido una prórroga de la subvención de la Conselleria d'Indústria para iniciar la obra. «Si no se nos concede la prórroga no hará falta hablar más del proyecto porque no se podrá ejecutar», sentenció Tarragó.