El sector vitivinícola vive este año uno de sus momentos más dulces. A la buena cosecha que están registrando las principales bodegas de la Isla se suma el aumento de trabajadores eventuales que se presentan para trabajar en los viñedos.
Según las principales bodegas de Mallorca, se ha registrado un aumento de solicitudes en torno al 50%. Ramon Servalls, representante de la bodega Macià Batle, afirma que «siempre había existido un déficit de personal para dedicarse a la agricultura, pero desde hace un año ya no tenemos problemas». Desde la bodega Jose Luis Ferrer comentan que «por cada trabajador que venía en años anteriores ahora se acercaron al menos cinco; nunca se había vivido nada igual».
Como posibles causas de este aumento de solicitudes de trabajo las bodegas apuntan a la llegada de la crisis económica y a la elevada tasa de paro que registran sectores como la construcción o la hostelería.
Ramon Servalls afirma que «trabajar en el campo es muy duro, y siempre es la última opción para los desempleados, pero la crisis actual ya no deja elegir».
El perfil del demandante también ha variado. Así como en años anteriores la gran mayoría eran inmigrantes, este año buena parte de las solicitudes provienen de hombres con nacionalidad española, muchos de ellos mallorquines. Aunque las solicitudes aumenten las bodegas aseguran que «no contrataremos más personal que en años anteriores».
El aumento de solicitudes choca con el creciente número de bodegas que progresivamente sustituyen la mano de obra por maquinaria.
Según la Denominación de Origen Binissalem-Mallorca, en la Isla dos bodegas trabajan con maquinaria durante la vendimia. Una de ellas es Jose Luis Ferrer, que usan una vermadora mecánica que desgrana la uva del racimo.