Con los objetivos de contribuir a su conservación, a promover y defender sus valores y a garantizar el pleno derecho de uso público y goce de uno de los parajes más emblemáticos de Santa Maria, ayer se presentó la recién constituida Associació d'Amics de la Vall de Coanegra.
La entidad cuenta ya con alrededor de cuarenta miembros, la mayoría de los cuales proceden de Santa Maria, Bunyola, Alaró, Binissalem y otros pueblos cercanos. Los Amics de la Vall de Coaengra remarcan que el paraje «es patrimonio de todos los mallorquines».
Tras presentarse, la asociación denunció la existencia de una rejilla de unos 800 metros de longitud que separan el torrente que atraviesa el valle -el torrente de Coanegra- del camino que discurre paralelo al cauce.
Además de la rejilla, también hay «tres barreras de hierro, supuestamente basculantes, que atraviesan el torrente y que interceptan el curso del agua. Estas barreras han sido arrastradas por las torrentades en diversas ocasiones, destruyendo parte del camino», asegura la entidad.
El presidente de la asociación, Martí Canyelles, aseguró que la instalación de la mencionada rejilla es ilegal, y recordó que en 2004 la Conselleria de Medi Ambient ya ordenó que se retirase e impuso a los propietarios de la finca una multa de 1000 euros.
El reglamento del dominio público hidráulico establece que cualquier persona, «sin necesidad de autorización administrativa, puede usar las aguas superficiales para beber, bañarse y otras necesidades domésticas». La legislación también dice que debe respetarse una franja de cinco metros a cada orilla del torrente para garantizar su paso y prohibe la realización de tareas que puedan modificar el curso natural del agua.