La incertidumbre aumenta por momentos y la posibilidad de que Bartomeu Lladonet (UM) acceda a la Alcaldía en noviembre es cada día más remota. La falta de apoyos del pacto PSOE-UM dificulta que los nacionalistas consigan la primera vara, puesto que gobiernan en minoría tras la salida del pacto de los Nous Independents Locals (NIL) hace un año.
A ello hay que añadir un nuevo ingrediente: el alcalde Sebastià Burguera ha abandonado su dedicación exclusiva, gracias a una comisión de servicios que le otorga su calidad de funcionario, y se ha reincorporado a su puesto de trabajo como profesor, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre su posible dimisión.
Fuentes cercanas a su entorno han asegurado a Ultima Hora que, dado el clima enrarecido que ha marcado su mandato de casi dos años y medio, no se descarta que presente su renuncia como alcalde y regidor en noviembre antes del supuesto pleno de relevo.
Los dos factores expuestos anteriormente abren un amplio abanico de posibilidades. Por una parte, UM no consigue el compromiso ni de Sud Unificat (SU) ni del NIL para investir a Lladonet como alcalde con los votos del PSOE. Y, por otra, el hecho que la dimisión de Burguera planee abre toda una serie de expectativas como la posibilidad de un nuevo alcalde socialista, como lista más votada, con los votos de algún partido de la oposición, dado que UM no cuenta con los apoyos necesarios.
Hay que recordar que el Consistorio está formado por PSOE (3), PP (3), UM (2), NIL (2) y SU (1), por lo que cualquier posibilidad por remota que sea es posible.