No sólo Ciutat está padeciendo las obras del Plan E en pleno verano. En la práctica totalidad de municipios de la Isla se están desarrollando obras que no dan la mejor imagen de cara al turismo. Pero en esta ocasión, es diferente. Más o menos todos los ciudadanos entienden que estas obras son sinónimo de actividad económica en época de crisis. Están dando puestos de trabajo o manteniendo los que hay, así que se considera que están justificadas.
Ahora mismo, el desarrollo del plan de Zapatero está pleno auge en los municipios. Así lo reconoce Joan Ferrà, presidente de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB). «Ya hay proyectos que han acabado y otros que están en plena ejecución». En concreto, en la Part Forana se realizan 305 obras y en ellas hay trabajando 3.847 personas. El valor de la inversión es de 76'2 millones de euros.
«La gente ha asumido la necesidad de estas obras», afirma Ferrà. Además, para los ayuntamientos ha sido un revulsivo importante. Con la situación económica que están viviendo las corporaciones locales, les hubiera sido completamente imposible emprender cualquier tipo de inversión por mínima que fuera.
Tanto es así que, según avanza el presidente de la FELIB, en 2010 es prácticamente seguro que se vuelva a repetir este plan. Es una reivindicación de los ayuntamientos, que el Gobierno central ya ha asumido, «aunque es posible que el montante económico no sea el mismo». Por eso, aquí en Balears, la Federació d'Entitats Locals pide al Govern de les Illes que también se implique y complemente las ayudas procedentes de Madrid. Este organismo propone «que parte del dinero extra que venga de la financiación autonómica se destine a los ayuntamientos; nos tenemos que beneficiar todos», indica Ferrà. Y agrega: «Se podría aumentar la asignación del Fondo de Cooperación Municipal».
En cualquier caso, el portavoz de la FELIB considera muy importante que las partidas económicas que se habiliten en el futuro «no tengan carácter finalista», es decir, que no estén destinadas a un tipo de proyecto concreto y lo puedan asignar a gasto corriente. «Para inversiones ya hemos dedicado bastante; ahora necesitamos dinero para gasto corriente». Y es que la situación económica de los ayuntamientos está al borde de la quiebra en numerosos casos. Ahí está el Ajuntament de Sóller que se ha dirigido al Ministerio para las Administraciones Públicas para presentar un plan de saneamiento a 15 años. La situación no podría ser más crítica.
Mientras tanto, las inversiones en obras municipales dan un respiro a los ayuntamientos. La sensación no es parálisis total. No se trata de obras de envergadura en la mayoría de los casos, pero permitirá solventar problemas arrastrados desde hace años y que, por falta de ayudas, no se hacían. Además, la tramitación para la ejecución de las obras del Plan E es muy sencilla para los consistorios. El procedimiento está siendo rápido y ágil, de forma que tras presentar una certificación de obra no se tarda más de un mes en cobrar.
Las obras son de todo tipo. Se están mejorando edificios municipales, calles, cementerios, redes de aguas, adecuando instalaciones deportivas, habilitando accesos más seguros a colegios. Se están peatonalizando vías del casco urbano, mejorando avenidas, embelleciendo plazas, reconvirtiendo el uso de edificios públicos, construyendo nuevas edificaciones para municipales y un sinfín de actuaciones que, pese a las molestias, contribuirán a revitalizar los municipios.