La fábrica de cemento de Lloseta, propiedad de la multinacional Cemex, ha disminuido su producción entre un cuarenta y un cincuenta por ciento respecto a los índices alcanzados el año pasado, según reconoció ayer su director, Ignacio Miranda, en la presentación de la memoria de sostenibilidad de la empresa correspondiente a 2008.
Miranda justificó que la disminución de la producción está motivada por la crisis económica, que ha repercutido de forma especial en el sector de la construcción y que se ha traducido en una bajada de la demanda de cemento.
De hecho, en agosto está previsto que deje de funcionar el horno pequeño, de forma que durante este mes ninguno de los dos de que dispone la fábrica para elaborar cemento estará en marcha (cabe recordar que el otro, el horno grande, dejó de funcionar algunos meses atrás).
Miranda indicó que al margen de la bajada de la demanda de cemento, la decisión de parar el horno obedece a la necesidad de llevar a cabo diversas obras de mantenimiento -que se realizan cada año- en el interior de la infraestructura.
La paralización del horno permitirá disminuir el consumo energético, especialmente en un mes en que la actividad del sector de la construcción baja de forma considerable. Sin embargo, Miranda puntualizó que pese a tener los dos hornos cerrados se continuaría fabricando cemento, aunque menos.
El director de Cemex en España, Joaquín Estrada, presentó ayer en todo el Estado (mediante videoconferencia) la memoria de sostenibilidad de la empresa correspondiente a 2008. Según especifica el informe, la fábrica de Lloseta emitió casi 105.000 toneladas de CO2 menos a la atmósfera el año pasado (un 23 por ciento menos respecto a 2007). Estrada atribuyó la disminución de emisiones a la bajada de la producción y «a una mejor eficiencia» motivada por la utilización de combustibles alternativos. Según recoge el informe, el porcentaje de sustitución de combustibles alternos en 2008 se situó en el seis por ciento.
Por otra parte, el informe recoge que en 2007 se invirtieron 4 millones de euros en 2008 en mejoras del comportamiento ambiental. Una parte de esta inversión se destinó a la construcción de una planta de biomasa, que presumiblemente se inaugurará antes de que finalice el verano.