Hombres que han dejado su huella. Tienen en común su talla humana y, ahora, también el reconocimiento de su pueblo natal o de adopción. Tres grandes hombres que han destacado por su tarea social, cultural y humanitaria y por haber llevado el nombre de Artà a cualquier parte del mundo. El pueblo les rendirá un homenaje y, ayer, en pleno extraordinario se aprobó por unanimidad de todos los partidos, la distinción de Sebastià Gili Vives, Antoni Gili y Giovanni Lilliu. La regidora de Cultura, Paula Ginard, instructora del expediente, fue la encargada de exponer los méritos.
La máxima distinción que otorga el municipio es el título de ciudadano ilustre que es para Sebastià Gili (1811-1894). Fue el fundador de la congregación de las Hermanas Agustinas del Amparo. El pueblo quiere rendirle homenaje por su compromiso social con los más desfavorecidos.
Giovanni Lilliu
Además, «Artà debe a Giovanni Lilliu el mérito de haber sido el iniciador, el padre de la investigación arqueológica de ses Païsses. A sus 95 años, es hora de reconocer su labor», indicó Ginard. El arqueólogo italiano fue reconocido con la medalla de Artà por su tarea de investigación del poblado talayótico y por haber contribuido a la valoración del patrimonio artanenc en cualquier parte del mundo.
Otra de las otras distinciones, el Talaiot d'Or, es para Mossèn Gili. Esta distinción se reserva a aquellos que han prestado servicios a la comunidad que tengan carácter extraordinario. «Antoni Gili reúne sobradamente todas las calidades necesarias para optar al reconocimientos». Ginard destacó su implicación en la vida cultural cotidiana del pueblo.
El Ajuntament d'Artà ahora tiene previsto celebrar a finales de julio una ceremonia pública y solemne para entregar estas distinciones honoríficas que tendrá lugar en el teatro municipal.