Los beneficios que la música clásica reporta al individuo son hoy por hoy una evidencia. Desde ayer, el hospital comarcal de Inca aplica a sus pacientes oncológicos el Programa Vivaldi, consistente en sesiones de musicoterapia de las que pueden beneficiarse estos enfermos y que, según los expertos, contribuyen a disminuir los niveles de ansiedad y de tensión psíquica (estrés) que presentan los pacientes que reciben tratamiento para enfermedades tumorales en el hospital de día.
Se han confeccionado cuatro programas de composiciones musicales diferentes (verano, invierno, primavera y otoño), que se aplican en función del estado anímico de cada paciente dependiendo de si éste siente ansiedad, ira, astenia o depresión, cuatro emociones que se repiten a menudo en enfermos oncológicos en régimen de hospital de día. Se prevé que puedan beneficiarse cerca de 60 usuarios. La mayoría de los que asistieron a la sesión de ayer eran mujeres.
Se trata de un programa piloto que se desarrolla en el marco del convenio de colaboración entre la Junta de Balears de la Asociación Española contra el Cáncer y la Fundació Hospital Comarcal d'Inca.
El Programa Vivaldi está diseñado por el equipo de Oncología, liderado por el doctor Onofre Pons, y el equipo de enfermería del hospital de día, supervisado por Antonio Rosa Campaner.
Actualmente los programas de piezas musicales diseñados especialmente por profesionales y dirigidos a distintos tipos de pacientes se introducen como esquemas terapéuticos en los hospitales de todo el mundo. Los beneficios de la utilización de determinadas actividades musicales en la disminución de los efectos nocivos de los tratamientos quimioterápicos (sobre todo a nivel psicológico) están en estos momentos en fase de investigación tanto en pacientes adultos como en pacientes pediátricos.
El Programa Vivaldi se dirige directamente a las emociones, para intentar de favorecer en al medida de lo posible la calidad de vida de los pacientes oncológicos. El método parte de la idea de que en muchas ocasiones una persona que pasa por estados anímicos complicados se da cuenta de que no responde como quisiera a la música que siempre le había gustado, y es que los cambios que la enfermedad causa en el organismo modifican también la respuesta a la música.
Ahora es la música la que se adapta a las necesidades de cada paciente.