LL. GARCIA/M. JOY
La asociación de Amigos del Barranc de Biniaraix han denunciado la destrucción progresiva de una de las edificaciones más emblemáticas de este lugar -Can Catí- y en particular el estado ruinoso en que se encuentra de su antigua almazara, estado que se ha agravado en las últimas setmanas. La casa situada en medio de marjades de olivar es la más antigua del Barranc de Biniaraix.
Según miembros de esta asociación «hace unos días se derrumbó gran parte del tejado de Can Catí». Afirman que «la vertiente del tejado cayó y arrastró una pared medianera, que se derrumbó encima de la tafona» y aseguran que «si no se actúa pronto, a ser posible este mismo verano, quizás este invierno se hundirá toda la casa, porque las paredes son muy altas y no tienen ningún tipo de solidez estructural en su parte superior».
Los amigos del Barranc recuerdan que en el año 2000 la propiedad de la finca consiguió firmar una subvención de unos dos millones de pesetas para reparar el tejado, pero esta reparación no se llevó nunca a cabo entre otros motivos porque hacer una obra en el Barranc «es muy complicado y por esto la subvención se perdió y poco a poco han llegado las consecuencias».
Can Catí es una típica casa de olivar de la Serra de Tramuntana, de una gran belleza estética. Está situada cerca de la poza del mismo nombre que se forma por una espectacular caída de agua procedente del torrente de l'Alavern (o de l'Ofre). Situada muy cerca del camino del Barranc -itinerario público que recorren miles de personas cada año- la finca reúne condiciones excepcionales para su uso público, como por ejemplo para acoger un refugio de montaña.
Por otra parte, la almazara de Can Catí, una típica estructura para la producción de aceite de sistemas ancestrales, todavía conserva piezas originales del siglo XVIII. La tafona ocupa el espacio principal de la edificación que cuenta con elementos anteriores, quizás de los siglos XVI o XVII aunque ha sufrido modificaciones a lo largo de su ya dilatada historia.
Los Amigos del Barranc ya han hablado con los propietarios de esta finca, una familia de Sóller. En diversas ocasiones se ha hablado de que alguna administración pública, ya sea el Consell o el Ajuntament de Sóller adquirieran esta finca para fines públicos o simplemente para conservarla juntamente con su entorno excepcional.
Uno de los principales inconvenientes es que los accesos al Barranc solamente se pueden realizar a pie y esto encarece enormemente cualquier obra de reforma e incluso dificulta mucho una posible formula de gestión. Además, tampoco no saben si la finca está actualmente en venta aunque parece que en algún momento la propiedad estuvo dispuesta a venderla.