Restauradores del Passeig Colón de Cala Rajada han denunciado ante el Ajuntament de Capdepera y Ports de les Illes «los perjuicios económicos y de imagen» que les provocan las obras que actualmente se están llevando a cabo en los aledaños del puerto por parte del Club Náutico de Cala Rajada. Los propietarios de unos siete locales ubicados en esta zona exponen que se han visto afectados por la continuación de unas obras que «según la normativa municipal no pueden llevarse a cabo».
Así lo explicaba uno de los empresarios afectados, Martín Sklenar. «Según el artículo 60.3 de la Ordenanza municipal de Policía y Bon Govern no se permitirán las excavaciones ni construcción de estructura en zonas turísticas desde la Semana Santa hasta el 31 de octubre». Por todo ello piden la paralización inmediata de estas obras. Como medida de presión han decidió cerrar durante unas horas sus negocios hasta «conseguir una solución». Ayer también iniciaron una recogida de firmas.
«Los turistas pasan de largo. Les encanta la zona pero cuando oyen el ruido de las excavadoras no se paran. Nadie que viene a pasar sus vacaciones a acabar con el estrés se sentará en una terraza con vistas a rejas, obras o camiones», comentaba a Ultima Hora Sklenar.
«Es normal que hayan bajado el número de clientes y no sólo por la crisis pero es que el ruido producido por las máquinas es constante además de la enorme cantidad de polvo en el entorno lo que hace imposible que la gente pueda disfrutar de los servicios que ofrecemos».
Por su parte, desde el Ajuntament de Capdepera, el regidor de Policía, Josep Gallego, explicó que «se está preparando un informe. Los técnicos están analizando la situación y comprobando que se cumple con la legalidad. Si se detecta que las obras no se pueden hacer y el ruido es mayor de lo permitido evidentemente se tomarán medidas y se procederá a la paralización de las obras».