El Ajuntament de Santa Maria invertirá 800.000 euros en reformar, adecuar y embellecer el acceso al núcleo urbano desde la carretera que viene de Pòrtol.
El Consistorio afrontará dicha reforma con dos proyectos distintos. El primero afectará el lado este de la vía procedente de Pòrtol, es decir, el lado donde se está construyendo el nuevo colegio de primaria. El segundo, por su parte, actuará sobre el lado oeste de la vía, el que mira hacia Marratxí.
El primer proyecto prevé la construcción de aceras y pasos peatonales que conecten el núcleo urbano con el centro educativo y su aparcamiento, la siembra de árboles y la creación de zonas ajardinadas y otras barreras vegetales que embellezcan el conjunto e impidan el acceso de los escolares a las zonas con tránsito rodado.
Por otra parte, también está proyectada la construcción una glorieta que enlazará la calle con los futuros aparcamiento y un punto de carga y descarga que se situará ante el centro educativo. También se instalará alumbrado público y se aprovecharán las obras para eliminar una serie de cables aéreos que afean el entorno del colegio.
El pleno que se celebró el jueves en Santa Maria aprobó la preadjudicación de dicho proyecto, por un importe de casi 500.000 euros, a la Unión Temporal de Empresas formada por Roig Obres, Serveis i Medi Ambient SA y Mantenimientos y Alumbrados SA. Las obras se financiarán con parte del dinero que corresponde al municipio del Fondo Estatal de Inversión Local.
Por otra parte, esta semana se han iniciado las obras de construcción de una acera que permitirá a los santamariers desplazarse sin peligro hasta el cementerio.
Este último proyecto prevé la construcción de una acera que unirá el aparcamiento municipal con el cementerio, por encima del puente que cruza la autopista. También se sembrarán árboles, se habilitarán dos pasos de peatones y se instalarán bancos, papeleras y el alumbrado eléctrico correspondiente. Dicho proyecto está presupuestado en cerca de 300.000 euros y cuenta con una subvención del Consell de Mallorca.
Cabe recordar que la construcción del segundo tramo de la autopista de Inca, a mediados de los años noventa, supuso la partición en dos de esta parte del territorio, de manera que el cementerio quedó separado del núcleo urbano por la autopista. En 2001, el Ajuntament ya redactó un anteproyecto para unir con una acera el camposanto y el pueblo. Sin embargo la falta de financiación impidió que la obra no pudiera ejecutarse hasta ahora.