La tragedia del hotel Son Moll de Capdepera, en la que fallecieron cuatro trabajadores, se está investigando en el Juzgado de Instrucción 2 de Manacor bajo los mismos parámetros del secreto sumarial. Pero, en realidad, esa protección sobre el resultado de las diligencias no existe o no ha sido decretado por la titular del Juzgado.
La juez Martina Mora está impidiendo a las partes personadas en la causa realizar declaraciones a los medios de comunicación y, además, ha dado trasladado a los abogados de las acusaciones de una providencia en las que les insta a no facilitar a dos periódicos -Ultima Hora entre ellos- copia de las declaraciones o resoluciones. «La juez no quiere ver entrecomillados en los diarios», explicó uno de los abogados.
Asimismo, los letrados no están recibiendo copias de las actuaciones, cuestión que ha generado un gran malestar en ese colectivo de profesionales.
Los cuatro heridos en el accidente del hotel Son Moll declararon ayer, como testigos, durante más de tres horas, en el juzgado número 2 de Manacor pero, a instancias de la juez, rehusaron realizar declaraciones. Mustafat Berraki, Mohamed Ikene, Moisés Pérez y Antonio Mayol respondieron a las diferentes preguntas planteadas por la juez como por los diferentes abogados de las partes personadas que estuvieron presentes en la declaración.
De los cuatro heridos, el más afectado es Mohamed Ikene que todavía lleva muletas y que tenía dos costillas rotas y un tobillo. Ayer, a su salida y preguntado por su declaración respondió: «No puedo decir nada. Estoy muy mal». El resto tampoco quiso hacer declaraciones.