GUILLEM MAS
La primera fase del proyecto de cubrimiento del torrente de sa Cabana, a su paso por la ciudad de Manacor, ya es una realidad. Se trata de una actuación impulsada por la Conselleria de Medi Ambient, que ha supuesto la recuperación de un espacio urbano, antes degradado, y que ahora se ha convertido en un paseo ajardinado exclusivo para peatones y ciclistas.
El conseller de Medi Ambient, Miquel Àngel Grimalt; el alcalde Antoni Pastor; la directora ejecutiva de la Agència Balear de l'Aigua i la Qualitat Ambiental (ABAQUA), Margalida Miquel, y la regidora de ALM-UM y consellera insular de Medi Ambiente, Catalina Julve, procedieron ayer a la inauguración de la primera de las tres fases del cubrimiento del torrente, desde la calle Pere Riera a la Avinguda del Torrent, que ha costado 615.000 euros.
Así, se ha mejorado una parte del casco urbano de Manacor con un empedrado a base de adoquines en la zona y en las calles transversales, además de construirse pendientes para eliminar las aguas pluviales.
También se ha mejorado el alumbrado de la zona y se han realizado diferentes pasos elevados para los peatones en las avenidas, un hecho que obligará a los coches a tener que circular a menor velocidad.
La segunda fase del proyecto se adjudicará previsiblemente este mes y las obras podrían empezar en el mes de mayo. Esta nueva actuación cuenta con un presupuesto de 932.000 euros y afectará al tramo entre la calle Pere Riera y Ponent.
Tanto el conseller Miquel Àngel Grimalt como el alcalde Antoni Pastor coincidieron en la necesitado de abrir una línea de ayudas para rehabilitar las fachadas que miran al nuevo paseo. El objetivo es mejorar la imagen de este nuevo entorno tras décadas de degradación a causa del paso del torrente.
Hay que destacar que los vecinos de Manacor valoran muy positivamente la ejecución de este proyecto que lleva a cabo la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear, ya que se ha recuperado una de las zonas más degradadas de la ciudad y se ha reconvertido en un gran paseo para peatones.
Además, esta obra significa dejar atrás los problemas de salubridad y de peligrosidad que ha supuesto el torrente durante años. Hace unos años se apostó por su desvío y ahora se cubre para ganar un nuevo espacio urbano. Con ello, Manacor gana en peatonalización y embellecimiento de las zonas más degradadas de la ciudad.