Los Servicios Sociales de Manacor han tocado techo. Durante los últimos tres meses han sufrido un importante aumento de las demandas de sus servicios y el perfil del usuario ha cambiado radicalmente.
Hasta 90 personas más se han sumado, en sólo tres meses, a la lista de usuarios. Unos usuarios que ahora ya no sólo son personas con problemas de trabajo y exclusión social sino gente que tiene dificultades para pagar la hipoteca, la electricidad o simples gastos.
Por ello, la regidora Catalina Riera, junto con la técnica Francesca Dalmau, siempre han defendido un plan de trabajo condicionado a un apoyo económico.
Además, proponen una mesa de trabajo dónde participen los ayuntamientos y las consellerías de Treball, Habitatge, Eduació, Afers Socials y el Institut Mallorquí de Serveis Socials del Consell de Mallorca (IMAS).
La intención es trabajar de manera conjunta y transversal por intentar afrontar de la mejor manera posible este incremento de la demanda ocasionada por la crisis.
Así reclaman talleres de inserción para realizar obras de reforma o viviendas para ser alquiladas a precios bajos. Además, Riera apuntó que a toda esta delicada situación se le tiene que añadir que «también debemos dar cobertura a personas en situación irregular, un hecho complicado aun cuando la Ley de Extranjería garantiza unos servicios mínimos». Con todo, desde Manacor se reclaman más ayudas supramunicipales.