El equipo de gobierno del Ajuntament d'Inca (PP) expresó ayer su voluntad de modificar algunos aspectos del proyecto de reforma del Teatre Principal. El alcalde, Pere Rotger, aseguró que dichas modificaciones pretenden «desbloquear el inicio de las obras», que está pendiente de la aprobación de la adaptación del Pla General d'Ordenació Urbana (PGOU) de laciudad al Pla Territorial de Mallorca.
Los cambios que plantea la propuesta incluyen reducir dos metros la altura de la caja escénica y la supresión de la parte del proyecto que prevé la construcción diversas dependencias bajo tierra.
«De reducirse la caja escénica, las obras podrían empezar enseguida», dijo el alcalde. Cabe recordar que lo que impedía ejecutar la reforma era el tamaño de la caja escénica del proyecto original, demasiado alta según el PGOU vigente en la actualidad. Por su parte, la no construcción de las dependencias soterradas abarataría las obras «entre dos y tres millones de euros», según Rotger.
El alcalde reconoció que los cambios propuestos plantean «una reforma menos ambiciosa». El recorte de la caja escénica supondría la eliminación de algunas butacas y la imposibilidad de representar determinados espectáculos de gran formato, por ejemplo.
Rotger aseguró que las propuestas «recogen la filosofía del último pleno, donde los grupos municipales asumieron la necesidad cambiar de actitud para sacar adelante la reforma». «Convocaremos para el viernes la comisión municipal de cultura y trasladaremos la propuesta al resto de grupos. Debe ser un proyecto consensuado», dijo.
El portavoz del Bloc, Antoni Rodríguez, manifestó su voluntad de «conocer el proyecto» y emplazó al equipo de gobierno a financiarlo con parte del dinero del Fondo Estatal de Inversión Municipal que corresponde a Inca.
En cualquier caso, la aprobación del proyecto de reforma del teatro no sólo depende del Ajuntament d'Inca, sino del patronato de la Fundació Teatre Principal d'Inca, donde participan Govern Balear, Consell Insular y Consistorio a partes iguales.