Los quintos de 2009 ya han entrado en acción y lo han hecho, una vez más con poca originalidad y a base de ensuciar las calles de los distintos pueblos dónde más peso tiene esta costumbre, como Montuïri, Petra o Maria.
Petra ha sido, este año, el pueblo que más a notado el tradicional relevo de 'quintadas'. A las 7:00 de la mañana, varios kilos de paja mezclada con estiércol ya llenaban algunas de las calles principales del pueblo.
Como cada año, la víctima preferida de los quintos petrers fue la figura del Pare Serra, que se alza en el centro de la plaza que lleva su nombre. Si el año pasado el beato despertó con un símbolo fálico en las manos, ayer era un cuchillo el objeto que substituía la tradicional cruz cristiana que siempre sobresale en su mano izquierda. La cara del beato también sufrió la inocentada y permaneció tapada durante todo el día por un saco.
Quizás porque era domingo, las calles del municipio permanecieron sucias durante más horas de lo normal, ya que, al ser día festivo la brigada de limpieza del Ajuntament no trabajaba.
En Montuïri, el relevo de los quintos se diferenció de los demás al incluir la crítica política. La rotonda del municipio está rodeada, desde ayer, por un escrito que hace referencia a la frase más famosa del alcalde montuirer, Gabriel Matas, en su declaración en el juicio del caso caballistas. Fue entonces cuando afirmó que volvería a firmar la solicitud de interés general del alcalde de Ses Salines aún sabiendo que se trataba de una vivienda particular. En Maria de la Salut es donde probablemente las 'quintadas' terminaron peor, con siete de sus miembros denunciados por lanzar pintura blanca a la fachada del Ajuntament, lanzar petardos e impedir el paso al coche policial. Los mariandos del 89 se adelantaron una vez más al día de los Santos Inocentes y actuaron la noche del 26 al 27. Esta vez, sin embargo, la Policía Local frustró parte las gamberradas que tenían previstas. Los agentes también se incautaron de unos cien petardos de gran impacto, inmovilizaron el tractor con el que paseaban y frustraron el belén con animales vivos que pensaban montar en la plaza.