FRANCISCO BARRASA
«Treballar pel poble, respectar les opinions de tothom, sempre que no siguin insultants per als representants del poble i dialogar, dialogar molt». Ése fue el compromiso adquirido ayer por Joan Jaume Mulet tras su toma de posesión como alcalde de Llucmajor. Gobernará en minoría con sólo los 10 votos asegurados de su partido, el PP -donde Antoni Campos sustituyó ayer a Lluc Tomás-, en un plenario de 21 miembros. PSOE, Bloc y UM le exigieron más transparencia.
De viva voz, cada grupo político votó a su cabeza de lista -salvo el concejal de ASI que lo hizo por el del PSOE-, y al no haber mayoría absoluta de 11 corporativos fue proclamado Joan Jaume Mulet por la lista más votada en el municipio en las elecciones de 2007.
Arroparon al nuevo batle, entre otros, la presidenta del PP balear, Rosa Estaràs; el presidente insular del partido y alcalde de Selva, Joan Rotger; los alcaldes de Deià, Manacor, Montuïri, Santanyí, Santa Eugènia y Sineu, y la primera teniente de alcalde de Marratxí.
Tras tomar posesión, el nuevo alcalde pronunció un discurso en el que mostró su orgullo por el cargo, «lo mejor que le puede suceder a un llucmajorer», y se comprometió a realizar una gestión basada en «trabajo, respeto y diálogo», tres conceptos en los que pidió al resto de los grupos políticos «un compromiso de mutua implicación».
Joan Jaume recordó a su predecesor, Lluc Tomàs, «que durante nueve años me enseñó mucho, con sus virtudes y sus defectos, en definitiva con su condición humana, con la que siempre me quedaré».
En su intervención, el portavoz del PSOE, Joan Jaume Sastre, exigió al nuevo alcalde «que deje atrás la anterior falta de transparencia» y encabece un equipo de gobierno «que se muestre honrado, claro y eficiente».
Joana Lluïsa Mascaró, portavoz del Bloc, reclamó por su parte al alcalde y su equipo «que decidan y demuestren cada día hacia dónde quieren ir», y matizó que «esta vez, por favor, sin engañar a nadie».
En nombre de UM, Joan Oller, señaló que su formación es partidaria del consenso y que «extiende la mano para llegar a los acuerdos concretos que hagan falta para la buena gobernabilidad del Ajuntament».