Porreres lo dejó bien claro un año más, no hacen falta grandes nombres ni llamativos productos para celebrar una feria con mayúsculas. Durante toda la jornada de ayer domingo la localidad del Pla se convirtió en un hervidero de gente, que quería aprovechar el agradable día para pasear, mirar y comprar alguno de los miles de productos que se ofrecía en la amplia gama de tenderetes.
Un año más todo el pueblo se volcó con su feria y disfrutó de mostrar a sus vecinos y visitantes sus productos, su artesanía y su municipio. Granadas, coches, ovejas, productos ecológicos, greixoneres, plantas, carpinteros, muebles, como no albaricoques o los ancestrales engronsos, compartían escenario con los materiales de construcción de la segunda edición de esta feria bianual que celebran los empresarios de la localidad.
A primeras horas de la mañana favorecidos por el cambio horario todas las carreteras que conducen a Porreres iban repletas de vehículos que se acercaban hasta la localidad.
También los políticos acudieron en masa, y así Bernat Bauçà, alcalde de Porreres, realizó las funciones de anfitrión a los consellers del Govern, Nadal y Grimalt y a varios consellers del Consell, entre muchos otros políticos.