Hace falta liquidez en la caja general del Ajuntament, siempre pendiente de notables compromisos de pago, y el alcalde ha dado luz verde a una operación ejecutiva para más de dos millares de personas y empresas por pequeñas deudas e infracciones, cuyos montantes serán detraídos de sus cuentas corrientes, embargadas conforme a un procedimiento de apremio que hace años aprobó el Gobierno español pero sólo usan a conveniencia los Entes Locales.
Muchos vecinos de Calvià se han visto sorprendidos por el procedimiento -al que los bancos quedan vinculados de manera automática-, en unos momentos especialmente delicados para las economías domésticas. Con independencia de si los recibos y las infracciones son conformes o no están ajustadas a la realidad, recuerdan que hasta ahora el Ajuntament las articulaba con unos trámites administrativo-jurídicos por todos conocidos, que a la postre no impedían la recaudación pero resultaban mucho más garantistas.
En las próximas semanas la liquidez del Consistorio calvianer va a recibir un notable «complejo vitamínico».