El alcalde de Inca, Pere Rotger, y diversos concejales del Ajuntament apoyaron ayer al regidor de Urbanimo, Bartomeu Seguí, después de que el lunes se hiciera pública la sentencia que condena al ex presidente del PP de la ciudad, Joan Ferrà, a pagar 10.000 euros a Seguí por haberlo imputado en un falso delito de prevaricación y cohecho. Según el alcalde, «la sentencia deja bien clara la honorabilidad de Bartomeu Seguí, que en momentos difíciles siempre defendió el equipo de gobierno».
Pere Rotger valoró la sentencia que el lunes hizo pública la magistrada del juzgado penal número 7 de Palma, Francisca Maria Ramis, como «una de las más duras y claras que han salido en los últimos años». «La sentencia incrementa, incluso, las penas que el fiscal pedía», destacó el alcalde.
Pedir perdón
Rotger hizo especial referencia a la actitud mantenida por los partidos de la oposición entorno al juicio: «El PSOE y el Bloc, encabezado por Francesca Vives, no se cansaron de crear dudas y hacer insinuaciones entorno a nuestra gestión y ahora pedimos que se disculpen». Según el alcalde de Inca, «antes de pedir dimisiones y hablar de tramas de corrupción, la oposición debería tener argumentos claros». «Sólo quiero que Vives diga 'me equivoqué, tenéis razón'», afirmó Rotger.
Finalmente, el alcalde aseguró que sentía la sentencia por la familia del condenado, pero no por Ferrà, que, según dijo, «se merece ésta y muchas más».
Por su parte, el regidor de Urbanismo, Bartomeu Seguí, afirmó que Joan Ferrà «tomó una decisión equivocada», al imputarlo en un falso delito de prevaricación y cohecho. Seguí también quiso referirse a la que, según él, es la «parte política del asunto». «Hay otro tipo de sentencias, que son las del día a día y las de la gente y nosotros, en 16 años de mandato, nunca hemos tenido ningún conflicto». Según el regidor de Urbanismo, «los únicos conflictos que tiene el Ajuntament son a nivel mediático e interpuestos por la oposición con mala fe».
Por otra parte, el empresario Joan Ferrà anunció ayer que recurrirá la sentencia que lo condena a pagar 10.000 euros a Seguí.
Según Ferrà, «es absurdo que el ex presidente de un partido denuncie un escándalo urbanístico y sea él mismo quien salga perjudicado».