Los vecinos del Port de Pollença han iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir al Ajuntament que derribe la cafetería situada en la plaza Joan Cerdà. La construcción del edificio comenzó a finales de 2005 y ya desde mayo de 2006 los vecinos expresaron su malestar por el impacto visual de la construcción, que se encuentra en la primera línea del puerto y dentro de un parque infantil. La obra se enmarcó en un proyecto de reforma integral de la zona y consistía en la construcción de una cafetería que debía ser gestionada por la Associació Pro Discapacitats de Pollença (Prodis), a cambio del mantenimiento de las instalaciones y de los baños públicos que alberga.
Sin embargo, en julio de 2007, Prodis rehusó hacerse cargo de las instalaciones y éstas se adjudicaron a una entidad privada, que también acabó renunciando a la gestión. Maria Antònia Cànaves, vecina de la zona, se quejó del estado de «abandono» en el que se encuentra el edificio, que no ha llegado a abrirse al público. «Los baños públicos sólo se utilizan una vez al año, cuando la asociación de vecinos del Moll hace su almuerzo anual», explica Cànaves.
Una de las impulsoras de la campaña de recogida de firmas es Antònia Cerdà, nieta de Joan Cerdà, el antiguo propietario del solar dónde se encuentra ubicado el parque infantil que lleva su nombre. Antònia Cerdà argumenta que su abuelo «donó el solar al pueblo para el disfrute de niños y ancianos, y no para que se ubicará allí una construcción que impide desde la plaza ver la bahía y desde la calle ver la plaza». De este modo, asegura que está estudiando denunciar el caso si el Ajuntament no responde a las quejas de los vecinos.
Por su parte, el alcalde de Pollença, Joan Cerdà, afirma que «el edificio no puede derribarse porque es un acuerdo del plenario». Cerdà añade que «la cafetería sólo ocupa el 10 por ciento del edificio, mientras que el resto son baños públicos».
En el pleno del Ajuntament del pasado 29 de julio, el alcalde anunció que Prodis ha aceptado ya hacerse cargo de las instalaciones y que GESA va a instalar también un contador. La falta de conexión a la red eléctrica era otro de los problemas que hasta ahora había impedido la apertura de la cafetería.
Joan Cerdà explicó que intentarán poner en funcionamiento la cafetería a finales de verano pero que, «en todo caso seguro que estará abierta la primavera que viene».