La Constitución de 1812 posibilitó una serie de cambios políticos y económicos y otorgó la independencia administrativa a los pequeños pueblos que hasta el momento dependían de un municipio principal. En su artículo 310 establecía que todos los pueblos de más de mil habitantes podrían tener ayuntamiento propio. Así se iniciaba el proceso que en 1837 daría la independencia a Son Servera del término municipal de Artà. Habría que esperar hasta 1858 para que Capdepera siguiera el mismo camino. Este año se cumple el 150 aniversario de la división y por ello, Capdepera se ha puesto al frente de una serie de actos conmemorativos que se centralizarán en el mes de agosto y que podrían culminar con un hermanamiento de los tres municipios o bien, con la futura Mancomunitat del Llevant.
Según se recoge en los archivos municipales y en el Libro de la División territorial, el 29 de agosto de 1858 se firmó la primera acta del Ajuntament de Capdepera en la que el alcalde de Artà dio la vara de alcalde al que sería el dirigente del municipio recién nacido: Joan Font i Sard. En aquellos momentos, Capdepera contaba con 1.711 habitantes, siendo el menos poblado de los tres municipios que quedaban instaurados. De los tres, Capdepera era el que tenía menor población activa agraria, ya que una gran parte de los habitantes eran militares, pescadores o gente dedicada a la llata.
Capdepera se intentó independizar de Artà en cuatro anteriores ocasiones pero la pobreza del municipio, la epidemia de la peste , un huracán y diversos fenómenos atmosféricos hicieron que siempre volviera a depender de Artà.
El día 29 de agosto de 2008 será el acto oficial en el que se inaugurará una exposición con fondos documentales de los tres pueblos, que tendrá un carácter itinerante. También se presentará un libro sobre la división territorial y se pondrá una piedra grabada en la carretera en la división entre los tres municipios.
El regidor de fiestas del Ajuntament de Capdepera, Climent Crespo explicó «desde los ayuntamientos queremos aprovechar este acontecimiento como un punto de inflexión y reflexión para conseguir una mayor colaboración y un hermanamiento entre todos nosotros, ya que como vecinos que somos, muchas veces nos falta colaboración para hacer frente de manera conjunta a diferentes problemáticas que van surgiendo».