Tanto la Conselleria de Medi Ambient del Govern como el Ajuntament de sa Pobla se han dado esta semana de plazo para encontrar una solución para evitar nuevos vertidos. Después de la reunión mantenida ayer entre las dos instituciones, el alcalde de sa Pobla, Joan Comes, explicó que «la planta depuradora necesita una ampliación, pero también se debe reducir la suciedad de las aguas fecales provenientes de las diferentes empresas del municipio».
De esta manera, el Ajuntament iniciará una ronda de reuniones con las empresas locales para avisarles que no tiren restos agrícolas a las aguas fecales que provocan atascos en la depurados.
Aunque los vertidos producidos la semana pasada a causa de una rotura en el alcantarillado de la localidad y que amenazaban con llegar hasta s'Albufera ya están controlados, desde la Conselleria de Medi Ambient también explicaron ayer que «se estudiarán soluciones durante las próximas semanas para evitar que se repita esta situación».
Aún así, desde la Conselleria de Medi Ambient se quiso dejar claro que «la depuradora de sa Pobla funciona perfectamente. Que necesite una ampliación no implica que su funcionamiento sea deficitario» y aseguraron que «el agua que sale de la depuradora no está contaminada».
La alarma llegó a sa Pobla el pasado martes cuando un vertido proveniente de una rotura en el alcantarillado del pueblo se vertió en el torrente Sant Miquel amenazaba en filtrarse en el parque natural de s'Albufera. El mismo martes, técnicos de la conselleria empezaron los trabajos para evitar las filtraciones y construyeron diferentes diques de tierra para contener los vertidos.
Aunque se realizaron diferentes analíticas de agua, desde la Conselleria de Medi Ambient se aseguró que el líquido no presentaba ningún problema.
Ahora, el vertido ya está totalmente controlado y no hay peligro que el agua se pueda filtrar hasta el parque natural, aún así tanto el Ajuntament como la Conselleria de Medi Ambient trabajarán para evitar que la situación se repita en el futuro.