El vertido de aguas fecales cerca del Parc Natural de s'Albufera que ha tenido lugar esta semana ha alertado a los responsables municipales de sa Pobla que exigen al Govern medidas para evitarlos. El alcalde de sa Pobla, Joan Comes, aseguró ayer que «el problema real» de los vertidos en el torrente de Sant Miquel (cerca de s'Albufera) provienen de la depuradora. De hecho, el próximo lunes, miembros del equipo de gobierno se reunirán con los responsables de la Conselleria de Medi Ambient para exigir que «el proyecto de ampliación de la depuradora se lleve a cabo este año y no el próximo, como estaba previsto», manifestó el alcalde. Comes indicó que actualmente la depuradora está preparada para recibir unos 1.600 metros cúbicos de líquido, pero llegan entre 2.500 y 3.000, y «no se trata de un problema nuevo, sino que hace años que colea», añadió.
El alcalde y sus socios de gobierno Lluís Socias y Sebastià Gallardo y el regidor de Mantenimiento en el Ajuntament, Andreu Pol, se desplazaron ayer hasta la acequia del Vinyet, donde explicaron que «en este lugar acaba la responsabilidad municipal, que es el límite donde pueden llegar las fecales cuando hay averías en el alcantarillado; no van más allá». Comes aseguró que «las fecales no desembocan en el torrente, lo que pasa es que la depuradora se ha quedado pequeña y necesita una ampliación».
Por su parte, desde la Conselleria de Medi Ambient informaron de que los trabajos de absorción de fecales continuaban en el torrente de Sant Miquel y que las analíticas realizadas hasta el momento apuntaban que el agua que sale de la depuradora estaba en buen estado. Asimismo, desde Medi Ambient sostienen que el problema proviene de la rotura en el alcantarillado municipal y aseguran que «si una tubería se estropea, las fecales antes de llegar a la acequia del Vinyet se van al torrente». Ante esta situación, se ha instalado una bomba en una de las tuberías rotas para que, en lugar de desviar el agua al torrente, se desvíe hacia la depuradora.