La empresa que debía construir el instituto de Son Fangos de Manacor renunció el pasado viernes, a última hora, a realizar la obra ya que no le salen los números.
Minutos antes de firmarse la contratación, los representantes de Contratas y Obras SA argumentaron que con 8'5 millones de euros no se puede construir un instituto de Enseñanza Secundaria con una capacidad para 1.300 alumnos de calidad. Éste será el mayor centro educativo de las Balears.
La realidad es que los precios de la obra están muy por debajo de la realidad actual. La renuncia de Contratas y Obras obligará al Ibisec -organismo dependiente de la Conselleria d'Educació del Govern balear- a revisar y a actualizar los precios según el mercado.
Según ha podido saber Ultima Hora, mañana, el Ajuntament de Manacor informará oficialmente a la Conselleria d'Educació de la renuncia formal de la empresa Contratas y Obras a construir el IES de Son Fangos por 8'5 millones, empresa que construyó hace unos meses la nueva residencia.
Además, hay que añadir que el Ibisec ya ha realizado la cesión de crédito al Ajuntament de Manacor para la contratación de la obra, que prevé 500.000 euros del Consistorio para la construcción de un pabellón polideportivo para disfrute de los alumnos y vecinos.
Esta incidencia supondrá un nuevo retraso en el inicio de las obras de construcción de esta gran infraestructura. Y es que el instituto ya tenía que estar empezado en abril de 2007, aunque que no fue hasta finales del año pasado cuando el Ajuntament empezó la mejora de los accesos a la zona.
Llama la atención que la empresa adjudicataria que finalmente ha renunciado a ejecutar el proyecto fuera la única que concursara para construir el instituto de Son Fangos, un hecho que da a entender que ninguna otra empresa se presentó a concurso al considerar que tampoco le saldrían los números con esta infraestructura.
Ahora, la pelota está en el tejado de la Conselleria d'Educació que tendrá que replantear el proyecto, o bien reduciendo sus grandes dimensiones previstas de 11.000 metros cuadrados construidos, o bien actualizando los costes sin renunciar al proyecto completo.
En definitiva, se trata de un contratiempo más que se suma al retraso inicial de las obras a la espera de las decisiones que tome la Conselleria d'Educació al respecto.