El Santuari de Lluc es un buen destino para aquellos que buscan un fin de semana diferente. Las 126 celdas han colgado el cartel de «lleno» este fin de semana, como ocurre la mayoría de fines de semana de este mes y del mes de mayo, la temporada alta en Lluc. «En esta época tenemos muchos turistas que realizan excursiones por la montaña, así como ciclistas, especialmente entre semana», explica el gerente de las celdas, Sebastià Sureda. «En cambio, los fines de semana, suben muchas familias mallorquinas», añade.
«Nos gusta venir a Lluc de vez en cuando y no es la primera ocasión que nos desplazamos hasta aquí a pasar el fin de semana», explica una pareja que pasea por los alrededores del Santuari. Además, también hay grupos de jóvenes que deciden pasar el fin de semana en Lluc, porque «los precios son económicos y es una manera para poder reunirnos», explican. Y es que los éstos oscilan entre los 20 y los 43 euros la noche en una celda.
De las 126 celdas que hay en Lluc, unas 12 están ocupadas durante todo el año y siempre queda alguna de libre «por si tenemos alguna urgencia», indica el gerente. En total, unas 300 personas se hospedan en Lluc durante el fin de semana, que es cuando se produce el lleno total de las celdas. Los usuarios pueden alojarse tanto en uno de los porxets como en el edifico central del Santuari, donde hay el resto de celdas. Los 12 porxets son de 4 o 6 plazas, y están equipados con cocina, sala de estar y baño, además de calefacción. En las otras celdas hay habitaciones desde una plaza hasta seis y todas están equipadas con baño interior. Las celdas de tres plazas son las únicas que cuentan con cocina. Sin embargo, en el edifico central hay la cocina de los peregrinos que los usuarios pueden usar libremente. Además, en las proximidades del aparcamiento hay una zona habilitada para comer al aire libre, donde son frecuentes las torradas y las paellas.
En cuanto a la limpieza, corre a cargo del Santuari, que cuentan con una brigada de mantenimiento. Además de unas seis personas que se ocupan de limpiar las habitaciones, también hay carpinteros, fontaneros o electricistas para subsanar cualquier deficiencia.