Centenares de personas se acercaron ayer por la mañana a una iglesia para participar en las tradicionales beneïdes y procesiones con motivo del Domingo de Ramos. En los municipios de la Part Forana, grandes y pequeños quisieron bendecir el ramo de olivo o la palma.
En Montuïri, por primera vez después de muchos años, la bendición del Domingo de Ramos no se celebró en una de las cuatro cruces de término, tal y como manda la tradición. Este año, fue en los graons, donde los montuirers celebraron el Ram. La mayoría de los que se acercaron eran abuelos y abuelas con sus nietos. Todos con sus ramos de olivo o laurel o bien con la tradicional palma, se concentraron ante el portal de les dones.
En Inca, entre las 10 y las 12 de la mañana, las procesiones del Ram se celebraron en las diferentes parroquias del municipio. Durante la mañana, se pudieron ver numerosas personas con el ramo de olivo o con la tradicional palma, con la intención de acercarse hasta una parroquia para que bendijeran el ramo. En la iglesia de Santa Maria La Major, de Inca, centenares de personas se concentraron para recibir la bendición.
El buen tiempo y el calor también caracterizaron el Domingo de Ramos en Llucmajor. Centenares de vecinos se concentraron en el Convent de Sant Bonaventura, donde tuvo lugar la bendición de las palma. Allí, comenzó una vistosa procesión hacía la parroquia de Sant Miquel, donde se celebró la tradicional misa.