LL. GARCIA/M. JOY
La Conselleria de Medi Ambient intervino ayer por la tarde en el Port de Sóller para evitar que el barco tipo golondrina «Rápido de Puerto», amarrado desde hace año y medio en el nuevo muelle de «marinería» y que resultó gravemente afectado por el temporal del martes, pudiera provocar una marea negra en la bahía. Durante la fuerte marejada que afectó todo el mar balear y que tuvo una especial incidencia en la costa de Tramuntana, esta embarcación rompió amarres y estuvo a punto de hundirse. Se da la circunstancia que este barco, perteneciente a la desparecida compañía Capebalear, para la que realizaba el crucero Cala Rajada-Ciutadella, entró en el puerto de Sóller para una reparación en el mes de septiembre del 2006. Mientras permanecía en el Port, dicha compañía dejó de operar y el buque permanece abandonado desde entonces sin que ningún responsable se haga cargo de él, según manifestó a este diario un representante de Ports de Balears.
Hay que decir que Medi Ambient actuó ayer tarde como medida de precaución ante la sospecha de que durante el temporal el barco, además de los desperfectos visibles en una de sus bordas, hubiera podido sufrir también daños estructurales bajo la línea de flotación que pudiesen ocasionar un grave episodio de contaminación en la bahía por un vertido al mar del combustible que todavía contenían los tanques.
De hecho, los operarios de Ports de Balears procedieron a bombear de los depósitos la nada despreciable cantidad de 4.000 litros de fuel. Durante la misma operación, también se retiraron del buque otros materiales potencialmente contaminantes en caso de hundimiento, como son las baterías y otros componentes peligrosos.
Desde que este buque permanece amarrado en el muelle del Port de Sóller, cada vez que ha habido temporal se han producido problemas de seguridad por su falta de mantenimiento y atención.