Un año más, los mancorins se reunieron en la plaza del Ajuntament para no perderse la tradicional bajada del cuervo protagonizada por Rasputín, que este año cumple 30 años.
Faltaban pocos minutos para las cuatro de la tarde, cuando Rasputín empezó a bajar por la cuerda que le conducía hasta la cabaña donde se encontraban Sant Antoni y Sant Pau, pero a medio camino se cayó de la cuerda dando un gran susto a todos los asistentes. Pero afortunadamente, el accidente sólo quedó en el susto y la fiesta se celebró con normalidad.
La fiesta recuerda el pasaje bíblico que relata que Sant Antoni y Sant Pau estaban en el desierto muertos de hambre y fueron alimentados por un cuervo.
Aunque Rasputín es el protagonista de la fiesta desde hace unos 28 años aproximadamente, el pueblo de Mancor celebra la tradicional bajada del cuervo desde el año 1940, aunque antes de la aparición de Rasputín se utilizaba un cuervo disecado.
Mancor es el único municipio que celebra esta singular fiesta con un cuervo vivo y así los vecinos acuden cada año a la plaza para no perderse el acontecimiento. Después de la bajada del cuervo, el párroco bendice a todos los animales de la localidad que desfilan para ser tocados con el agua bendita.