Las casas de fora vila, algunas urbanizaciones, los centros comerciales o los polígonos industriales recibirán el correo de forma diferente este año. Correos ha comenzado a implantar en Mallorca una nueva normativa, aprobada por Real Decreto en mayo de 2007, según la que los 'entornos diseminados' el cartero no dejará las cartas puerta a puerta. Se trata de zonas de difícil acceso o que no tienen una dirección postal correcta, por lo que, hasta ahora, la entrega de las cartas dependía en gran medida de que el cartero conociera a los residentes.
La medida se ha comenzado ya a implantar en Llucmajor, Costitx, Consell, Campanet, Santa Eugenia, Sencelles, Binissalem y Algaida y, en los próximos meses se extenderá al resto de ayuntamientos mallorquines. En noviembre, Correos envió una carta a los usuarios del servicio en estos en la que les explica el cambio del servicio. La opción que da la empresa pública es que los usuarios instalen buzones agrupados en un punto común para agilizar la entrega. De esta forma, en muchos casos, el servicio de correos se asemejaría a otros, como la recogida de basuras para la que se fija un punto. Los vecinos tienen de plazo hasta finales de febrero para instalar estos dispositivos. De lo contrario tienen otras dos alternativas: o bien recogen su correspondencia en la oficina mediante una lista de correos, o bien mediante un apartado de correos.
Hasta el momento son ya 163 los buzones agrupados que se han instalado en Mallorca. Correos sostiene que este cambio en el servicio redundará en un servicio más eficaz y rápido para todos los usuarios. Sin embargo, ya han recibido en algunos casos airadas protestas por la retirada de las entregas puerta a puerta, como ha ocurrido en el Camí Son Marrano en Llucmajor.
Se consideran entornos especiales a tres casos: viviendas a más de 250 metros de la vía pública utilizada habitualmente por los servicios públicos, entornos con menos de 25 habitantes por hectárea y mercados, centros comerciales, urbanizaciones o áreas industriales.