El pleno aprobó ayer con los votos del PP los presupuestos del Ajuntament d'Inca, que suman 32 millones de euros, entre las críticas de la oposición. El PSOE cifró el endeudamiento del Ajuntament en 14 millones de euros. «A los 12'5 millones de euros, se deben hay que añadir los 2 millones de facturas no contempladas en el presupuesto que llegarán en breve», apuntó el portavoz del PSOE, Xavier Ramis. Los socialistas criticaron el hecho de que el Consistorio haya vendido patrimonio municipal para aumentar los ingresos. «Vendéis solares que se deberían destinar a viviendas de protección oficial», dijo Ramis y aseguró que esta práctica puede hacer que se impugnen las cuentas.
Antoni Rodríguez, del Bloc, aseguró que las cuentas de 2008 «son a la baja» y prevén inversiones, como la ampliación de la residencia Miquel Mir, que son «una carta a los Reyes Magos». El portavoz de Independents d'Inca, Àngel Garcia, por su parte, dijo que las cuentas «son de posguerra tras el despilfarro» y aseguró que son «una culminación del desmelene que ya no permite fantasías». «La única inversión prevista es la ampliación del cementerio, que viene avalada sólo por 38 peticiones y que se financiará por sí misma».
El edil de Hacienda, Lluís Ferrari, aseguró que la deuda actual no supera los 9 millones de euros y recordó que «es común en todos los consistorios». «Estas cuentas son responsables, realistas y sociales y parece que este hecho moleste», expuso y recordó que «si disminuyen las inversiones es porque muchas obras ya están hechas.