E. BALLESTERO/M.MEDRANO
Margalida Reus Bonafé, la mujer de más edad de Mallorca, falleció ayer en su casa de Biniamar, a la edad de 108 años. Después de una semana en cama, la popular «abuela de Mallorca», no despertó.
El entierro de Margalida Reus Bonafé está previsto para hoy, a las 11,30 horas, de la mañana en el cementerio de Biniamar y, a las 20,30 horas, se oficiará un funeral en su memoria en la iglesia de Santa Tecla.
Doña Margalida era soltera y vivía en Biniamar junto a su sobrino Pep. Hace una semana que la abuela de Mallorca perdió el apetito y sus familiares, vecinos y amigos, la han acompañado intensamente en sus últimas horas.
Margalida Reus Bonafé pertenece a una familia especialmente longeva. Dos de sus hermanas, una de ellas monja en Francia, superaron la barrera de los cien años y su madre también superó los 90 años. Margalida gozaba de una salud de hierro y, a lo largo de su vida, cuidó a muchos parientes. En los últimos años vivía con su sobrino Pep, un militar retirado a quien, hasta hace relativamente poco, planchaba y lavaba la ropa a diario, pues Margalida era un mujer que no paraba quieta.
La fortaleza de sus piernas le permitía subir la compra por las cuestas de Biniamar sin utilizar ni siquiera un bastón. Sin embargo, en los últimos años se lamentaba porque le fallaba la vista a raíz de una operación de cataratas que le practicaron cuando tenía 100 años. «Podría caminar hasta Inca sola, pero no puedo hacerlo por miedo a caer en algún socavón», decía esta fadrina aficionada a la lectura y que viajó a Francia, Barcelona y Valencia, y vivió acontecimientos de tres siglos diferentes.
Cada año, a finales de agosto, Biniamar celebraba con ella su aniversario, un acontecimiento que tenía casi categoría de fiesta patronal.