El refugio del Pont Romà, el último de los que componen la conocida ruta de la pedra en sec, está operativo desde hoy. La consellera insular de Medi Ambient, Catalina Julve, el alcalde de Pollença, Joan Cerdà y la teniente de alcalde, Francisca Ramon, realizaron ayer una visita oficial a las instalaciones que fueron inauguradas el pasado marzo pero que no habían llegado a entrar en funcionamiento dado que no existía red de fecales en la zona.
Después de ejecutar las obras de dotación de aguas pluviales y fecales en la barriada del Pont Romà, el refugio, construido en el antiguo matadero municipal, está listo para comenzar a alojar excursionistas. Tiene capacidad para 38 usuarios. Dispone de 5 habitaciones, dos baños y un comedor común, además de una sala de estar y lectura, con chimenea y un pequeño patio exterior. El precio de la estancia es de 10 euros por persona , si bien los excursionistas federados y asociaciones tienen un descuento sobre dicho precio. El refugio oferta además servicio de comedor.
El refugio del Pont Romà está situado en el camí Vell de Pollença a Lluc, junto al torrente de Sant Jordi y cierra la ruta de la pedra en sec si bien hace más de un año que el Ajuntament aprobó en el pleno instar al Consell de Mallorca a que continúe la ruta hasta Formentor habilitando un pequeño refugio en el faro. Por el momento no ha habido respuesta.
Entre las prioridades el Consell está ahora la rehabilitación de las casas de la Trapa en Andratx.