Los vecinos de Sa Pobla pagarán el agua un 80 por ciento más cara a partir de enero como consecuencia de la puesta en marcha de la planta potabilizadora el pasado marzo. El pleno del Ajuntament aprobó el lunes por la noche la subida de tasas con la que pretende compensar el coste eléctrico de esta instalación.
El equipo de gobierno municipal (Independents per sa Pobla, PSOE y PSM) explicó que desde la entrada en funcionamiento de la planta de osmosis el coste del recibo de electricidad ha aumentado un 400 por ciento por lo que los 36 mil euros que presupuestó el anterior equipo de gobierno del PP son «totalmente insuficientes». Así, el nuevo equipo de gobierno se ha visto obligado a aprobar una modificación de crédito para hacer frente al coste del recibo, el personal y la amortización de la planta. «No bastarán 80 mil euros», dijo el regidor de Hacienda, Lluis Socies.
La planta potabilizadora de agua de sa Pobla entró en funcionamiento el pasado mes de marzo. Una denuncia anónima al popular programa de televisión «Caiga quien Caiga» forzó a los responsables políticos municipales y autonómicos a buscar una solución al exceso de nitratos en la red de agua potable del municipio. La planta se construyó con ayuda económica de la Conselleria de Medi Ambient en un tiempo récord. Durante la inauguración de la planta el entonces conseller de Medi Ambient, Jaume Font, explicó que «una familia gasta de media 240 euros en comprar 1.000 botellas de agua y ahora la está pagando a 0'24 céntimos el litro». Font ya avanzaba entonces: «Seguramente habrá un incremento pero aunque se doblara el precio seguiría siendo rentable» dijo Font. Finalmente la subida de la tasa es de un 80 por ciento.
El actual portavoz del grupo municipal del PP, Biel Serra, explicó que su grupo ve bien el incremento de la tasa y aseguró que «es el coste de tener un agua de calidad y otras alternativas como la desaladora todavía lo encarecerían más». El PP criticó no obstante que el nuevo equipo de gobierno aplique también una subida del 80 por ciento al coste de mantenimiento de los contadores de agua. El alcalde, Joan Comes dijo al respecto que la red de contadores está en un estado «lamentable» y son muchos los vecinos que piden que se les cambien por lo que el coste del mantenimiento se dispara. El regidor de Hacienda Lluis Socies, acusó al equipo de gobierno anterior de haberse decantado por la planta potabilizadora en lugar de buscar otras opciones y quiso dejar la apuesta de los nuevos responsables políticos por la puesta en marcha del eje transversal de agua de Mallorca como alternativa «más sostenible».